lunes, julio 11

Tensiones de la pedagogía Montessori.

El método Montessori nace con un fin integrador para todos los niños que en aquellos años no tenían acceso a la educación formal por sus diferentes problemas mentales. Pero con los años, este método que partió solo como una idea, se transformó en todo un exito a nivel mundial.
El objetivo de este método es que los niños sean el verdadero centro de atención en el momento en que están llevando a cabo su aprendizaje, por lo mismo, María Montessori propone un ambiente embellecedor para ellos, donde todo lo que los rodea debe estar hecho a su propia medida.

Aunque estas ideas se visualizan también desde nuestra postura socioconstructivista, creemos que el ambiente que se genera dentro de las escuelas Montessori, cae en un exceso de infantilismo, donde la belleza debería tener un límite de nivel de escolaridad. Además en vez de generar una autonomía por parte de los alumnos, creemos que puede generar una dependencia del aprendiz con este entorno que lo cautiva y lo envuelve.

Sumado a lo anterior, no podemos dejar de cuestionarnos ¿qué es lo que sucedería si un alumno proveniente de un colegio Montessori, que por motivos personales, tuviera que dejar ese tipo de educación y trasladarse a una escuela tradicional? ¿cuál sería la impresión que este cambio dejaría en el alumno?, ¿sería capaz de integrarse fácilmente a esta nueva realidad?
Al parecer, esto podría resultar muy difícil, ya que, un niño que está acostumbrado a esta pedagogía tan liberadora y autonóma se podría ver enfrentado a un método más controlador y riguroso, donde si se exigen tiempos y cumplimientos de ciertas actividades.
Entonces, no nos queda más que preguntarnos, si es que el Método Montessori educa a los niños para enfrentarse a cualquier realidad, es decir, ¿los educa para la vida, o los educa para que ellos puedan solo aprender en un lugar donde se sientan cómodos?

Para finalizar, no podemos tampoco ser indiferentes frente al proyecto educativo que nos presenta María Montessori a través de su método. El cual, nos genera una consciencia sobre la importancia que tienen los intereses de nuestros alumnos a la hora de hacer clases, ya que muchas veces dejamos de lado sus gustos, sus tiempos y estilos de aprendizaje, sus motivaciones, entre otros.
El gran fuerte del Método Montessori, para nosotras, es la importancia que tiene la creación de un ambiente apropiado para el aprendizaje de los niños; para que puedan desarrollar su autonomía y autoeducación, dejándonos la gran labor a nosotros los educadores de elegir los correctos estímulos y andamiajes para ir mediando su proceso cognitivo.