domingo, julio 10

La propuesta curricular

" El método Montessori alienta a la espontaneidad del niño dándole libertad para desarrollarse dentro de un ambiente que favorece su autodesarrollo, brindándole oportunidades para que él aprenda. Apuesta por una libertad dentro de un ambiente preparado, para el cual adopta un triple enfoque curricular: enfoque motor, sensorial e intelectual.

El desarrollo de la función motora:
Montessori propone una serie de ejercicios individuales y colectivos tanto gimnásticos y psicomotrices (de entre los que destacan los ejercicios "sobre la raya") como relacionados con la vida práctica y con el ambiente, en lo que los alumnos, a la vez que progresan en la adquisición de dominio psicomotriz, están desarrollando tareas útiles para resultar seres cada vez más autónomos y prepararse para la vida en sociedad. Así, los alumnos se abrochan las batas, se peinan, ponen la mesa, doblan las servilletas, limpian el aula, pulen objetos y anudan diferentes tipos de cierres en los bastidores, etc.

El desarrollo sensorial:
Montessori elabora una serie de materiales diseñados con esmero que, prestando gran atención a la estética, provocan la libre manipulación activa por parte de los niños y el aprendizaje individualizado. Con ellos pretende ejercitar los sentidos para que permanezcan atentos a los estímulos externos de los que nos proviene la información que genera el aprendizaje.

El desarrollo de la educación en diversos lenguajes:
Montessori desarrolla especialmente una propuesta para la profundización de la inteligencia, principalmente para la lengua y el cálculo. Es decir, se centra en las áreas de expresióndel lenguaje oral y escrito y del lenguaje matemático, aunque también las actividades de expresión plástica y corporal ocupan gran parte de su aportación curricular. Dicha aportación pasa por los tópicos o áreas disciplinares siguientes:
  • Cuidado de si mísmo y del ambiente.
  • Desarrollo de la capacidad sensorial.
  • Lectura, fonética y reconocimiento visual.
  • Escritura.
  • Dictado.
  • Inglés.
  • Idiomas extranjeros.
  • Teatro.
  • Música.
  • Arte.
  • Danza.
  • Matemáticas.
  • Ciencias Naturales.
  • Estudios Sociales.
  • Socialización"
Fuente textual: "El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI" Trilla, J et. al. 2007, Editorial Graó.


Creando espacios:

En el mundo Montessori, el buen uso del espacio es central para general el ambiente del niño...
A continuación se dan algunas pistas de este ambiente:

* Un mundo pequeño para niños pequeños:
Es necesario crear un ambiente adecuado en los niños, con objetos que no se vean solo como juguetes, sino como herramientas para su construcción de ser humano: mesas pequeñas, estantes pequeños, herramientas para diferentes usos, etc...

* Todo en su orden:
Es importante que los niños tengan espacios y rincones ordenados dentro de la sala. Esto es de suma importancia al momento de moverse y dirigirse a realizar actividades con un fin inteligente, "saben dirigirse, luego saben lo que quieren" (Montessori, 1958).
Montessori nos dice que de esta manera, el niño olvidará otras actividades ansiosas (como la glotonería), y la destrucción será reemplazada por la idea de obrero-constructor.

* No es solo miniatura:
Los objetos que se disponen a los niños no solo deben caracterizarse por ser pequeños y adecuados; también deben cumplir con otra tarea: ser prácticos y sencillos.
Para ello, se recomienda que los muebles sean de barnices claros y ligeros, de modo que los niños puedan moverlos sin problemas ni ayuda de los adultos. La pintura clara ayuda a que los errores cometidos sean visibles y fáciles para la limpieza.
Además, el que sean ligeros permitirán que el niño pueda trasladar los muebles sin problemas, al lugar que quiera. Si el niño se equivoca o realiza un movimiento mal hecho, será capaz de controlar luego sus propios movimientos.

* Del error se aprende:
Como se trabaja con niños y lo lúdico siempre está presente en sus quehaceres, se recomienda que los objetos sean frágiles, graciosos y de materiales ligeros. Esto es para fomentar la idea del autocontrol y desarrollo de los músculos de los niños. Montessori señala que esto es de suma importancia para "que el niño pueda probar el dolor y el castigo....este niño que de ahora en adelante transportará con toda la fuerza de su voluntad los objetos frágiles controlando sus músculos con todo el esfuerzo de que es capaz su cuerpecito" (Montessori, 1958).
En el momento en que al niño se le cae el objeto y se le rompe, existirá la oportunidad de que el niño trabaje y se enfrente a la frustración de sentir el dolor ocasionado por la destrucción de un objeto querido.

* Importancia de la belleza en el ambiente:
Los espacios o rincones para los niños, con paredes pintadas con colores energizantes, mubles pequeños, pañitos para sacar el polvo de colores, herramientas en miniatura, y otros... invitarán al niño a participar en el actuar con el ambiente. Todos los objetos deben ser graciosos, con dibujos entretenidos, de manera que inviten y estimulen al niño a cogerlos y utilizarlos. "Ven; tócame; cógeme; con el paño vestido de fiesta limpia esta mesa luciente; toma la escoba tan bellamente adornada y limpia con ella el pavimento; venido también, adorables manecitas, y sumergidos en el agua y jabón" (Montessori, 1958).
En esto, es importantísimo que la profesora no intervenga. Al contrario, debe observar pasivamente cómo el o los niños se desenvuelve(n).

Fuente: "Ideas generales sobre mi método" Montessori, M. 1958, Editorial Losada.



Ideas generales sobre el método Montessori

El niño tiene una personalidad libre, es un actor social que debe desarrollarse sin el involucramiento de un adulto o maestro.
María Montessori dice que se debe mirar al niño en el momento presente, a las necesidades de la vida, y no al fin futuro en la existencia. En las necesidades del niño se debe ver su humanidad y sus necesidades urgentes de su alma infantil.
En el niño hay distintas reacciones, y dentro de ellas están las que para los adultos son negativas y conllevan a aprehensiones e incluso castigos físicos. Ese es el gran error que se comete, ya que, esas reacciones no son conductuales, sino que pueden ser enfermedades del alma y del sistema nervioso, que podrían comprometer la personalidad futura del niño.

Como adultos, para fomentar la libertad en el desarrollo y aprendizaje, debemos prepararle a los niños un ambiente donde la vigilancia del adulto y sus enseñanzas se omitan lo máximo posible, "cuanto más se reduzca la acción del adulto, tanto más perfecto será el ambiente" (Montessori, 1958).
Tampoco se trata que la libertad del niño sea abandonada, sino que debe ser construida amorosamente por el adulto.
Fuente: "Ideas generales sobre mi método" Montessori, M, 1958. Editorial Losada.